Padres afligidos esconden una cámara en el cementerio y luego descubren una verdad horrible sobre su extraño visitante
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Los afligidos padres Mary y Peter quedan perplejos cuando encuentran una nueva rosa roja en la tumba de su hijo todos los días, a pesar de que nadie estuvo presente durante sus visitas. Decidido a descubrir quién deja las flores, Peter instala una cámara oculta. Cuando finalmente ven las imágenes, quedan impactados por el descubrimiento y reciben un mensaje críptico del supervisor del cementerio. A pesar de sus temores, deciden ver el vídeo juntos, sólo para encontrar dificultades técnicas. Frustrado, Peter lleva la memoria USB a un especialista en vídeo, quien sospecha que el problema puede estar en la cámara.
Las imágenes de la cámara dañada de Peter y Mary muestran a una mujer vestida de negro colocando una rosa carmesí sobre la tumba de su hijo. Decididos a identificarla, van al cementerio y se sorprenden al encontrar al supervisor ya allí. El supervisor reconoce a la mujer como Noah, alguien que conocía de la escuela, y descubre que Peter y Mary no sabían que los estaban vigilando. Noah se acerca a ellos y, después de una conmovedora reunión, el supervisor le pregunta sobre su relación con la familia y le revela que había estado secretamente enamorada de su hijo Michael durante años
Se revela que la mujer que los padres habían estado observando en la tumba de su hija no era su pariente perdido hace mucho tiempo, Noah, sino su propia hija. El jefe, que inicialmente había creído que Noah era un viejo amigo o amante de Mary y Peter, quedó impactado por esta revelación. Se explicó que Mary y Peter habían asumido que su hija se había escapado cuando era adolescente y no querían verla cuando regresara. En cambio, había estado visitando sola la tumba de Michael. Noah luego confesó que tenía un secreto que compartir con sus padres